Queridos empleados y empleadas, estimados socios y clientes
En los últimos años, cada vez más a menudo hemos tenido que hacer frente como empresa a la mala imagen del plástico, impulsada por un discurso público que se mueve fundamentalmente en el terreno de lo emocional y que a menudo brilla por la ausencia de análisis de los problemas. Todo esto no es una base sólida que permita identificar problemas reales y solucionarlos. Por ello, considero que es nuestra tarea hacer frente con datos a este enfoque negativo tan difundido contra los envases de plástico. En efecto, en los últimos 60 años el plástico ha traído muchas cosas positivas, y buena parte de ellas contribuyen a que podamos seguir evolucionando continuamente como sociedad.